Segovia

Segovia es una ciudad española en la parte meridional de la comunidad autónoma de Castilla y León, capital de la provincia del mismo nombre. Se sitúa en la confluencia de los ríos Eresma y Clamores, al pie de la sierra de Guadarrama.

La ciudad vieja de Segovia y su acueducto fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1985.

El Acueducto de Segovia, de 818 metros de largo, es considerada la obra de ingeniería civil romana más importante de España, y es uno de los monumentos más significativos y mejor conservados de los que dejaron los romanos en la península ibérica.

Ubicación
  • Se halla situada en el interior de la Península Ibérica, próxima a Valladolid, y a Madrid, la capital de España, lo que permite llegar hasta ella con facilidad. La provincia de Segovia es una de las nueve que forman la Comunidad Autónoma de Castilla y León. 
  • Limita al norte con Burgos y Valladolid, al oeste con Ávila, al sur con Madrid y Guadalajara y al este con Soria. La altitud de la provincia varía desde los 750 m en el extremo noroeste hasta el máximo de los 2430 m del pico de Peñalara. Esta localidad forma parte de la ruta principal del Camino de Santiago de Madrid.
Monumentos
  • El Acueducto de Segovia, localizado en la emblemática plaza del Azoguejo, es el símbolo distintivo de la ciudad; se desconoce la fecha de su construcción, que pudo llevarse a cabo a finales del siglo I o principios del siglo II, y se trata de la obra de ingeniería civil romana más importante de España. Fue realizado con unos 25 000 sillares de granito unidos sin ningún tipo de argamasa, tiene una longitud de 818 metros en su parte más visible; aunque no hay que olvidar que su recorrido total es de unos 15km desde el azud de captación próximo al Embalse de Puente Alta. Consta de más de 170 arcos y su parte más alta mide 29 metros, medida que alcanza en el Azoguejo, su zona más visitada.
  • El Alcázar de Segovia, palacio real situado en lo alto de una roca entre los ríos Eresma y Clamores, aparece documentado por primera vez en 1122, aunque es posible que existiese en época anterior. Fue una de las residencias favoritas de los Reyes de Castilla, construido en la transición del románico al gótico, y en el que destaca la decoración mudéjar de sus amplios salones. El edificio se articula a través de dos patios y posee dos torres, la del Homenaje y la de Juan II. Fue residencia favorita de Alfonso X el Sabio y de Enrique IV, y de él partió Isabel la Católica para ser coronada reina de Castilla en la plaza mayor. Devastado por un incendio en 1862, fue posteriormente reconstruido. Alberga en la actualidad el archivo General Militar de Segovia y el museo del Real Colegio de Artillería, gestionado por el Patronato del Alcázar.
  • El Monasterio de San Antonio el Real (Segovia) era el antiguo pabellón de caza de Enrique IV y más tarde se convirtió en convento. Son únicos sus techos artesonados de estilo mudéjar que datan todos de 1455, son todos de época (al contrario de los techos del Alcázar de Segovia que fueron destruidos durante el incendio de 1862 y reconctruidos a principios del siglo XX). La iglesia presenta un techo mudéjar y el claustro (ahora convertido en museo) presenta otros ejemplos de techos mudéjares de técnica nazarí. Diez monjas siguen viviendo en el convento.
  • La Catedral de Santa María es la última catedral gótica que se construyó en España. Está considerada como la obra maestra del gótico vasco-castellano y se la conoce como “La Dama de las Catedrales”. Se trata de la tercera catedral de la ciudad, y conserva el claustro de la segunda, ubicada frente al alcázar y destruida durante la Guerra de las Comunidadesen 1520. En sus obras trabajaron Juan y Rodrigo Gil de Hontañón, y otros maestros de la arquitectura española. Fue consagrada en 1768 y tiene unas dimensiones de 105 metros de largo, 50 de ancho y 33 de altura en la nave central; consta de 18 capillas y dispone de tres puertas de acceso: la del Perdón, la de San Frutos y la de San Geroteo, primer obispo de la diócesis.
  • Las Murallas de Segovia ya existían cuando Alfonso VI de Castilla arrebató la ciudad a los árabes, quien mandó ampliarla llegando a tener un perímetro de 3 kilómetros, ochenta torres, cinco puertas y varios postigos. Su construcción se realizó principalmente con sillares de granito, aunque también se reutilizaron lápidas de la necrópolis romana. La muralla recorre el casco antiguo, y en la actualidad conserva tres puertas: San Cebrián, de gran austeridad; Santiago, de aspecto mudéjar; y San Andrés, puerta de acceso a la judería; y los postigos del Consuelo, de San Juan, del Sol y de la Luna.
Gastronomía
  • En las cocinas de Segovia, las de los mesones y las de las casas, se han elaborado durante siglos los alimentos autóctonos, naturales de las fértiles tierras circundantes, hasta convertirlos en exquisitas recetas. Las tierras de la provincia, generosas, aportan buenos productos, comenzando por el alimento más popular, el pan, elaborado con el trigo de nuestros campos de "pan llevar", o la leche, base de los quesos de la provincia de Segovia. 
  • El tierno lechazo asado o el cochinillo son parte de la oferta de carnes de los restaurantes de la capital, completada por los mil y un productos obtenidos de la matanza del cerdo ritual éste que todavía se celebra en los pueblos de la provincia durante los meses más fríos. 
  • Los ríos serranos de las cercanas cumbres aportan la exquisita trucha, y las generosas huertas una variada y rica oferta de temporada. 
  • Si se desea, el menú se completa con los postres ideados con delicadeza por monjas de clausura, experimentados pasteleros y reposteros concienzudos: rosquillas, soplillos, florones, hojuelas, tortas y, sobre todo, el delicado ponche segoviano, de cremoso interior y tostada apariencia. 
  • Una comida en Segovia no puede dejar de ser acompañada por alguno los reconocidos vinos que se producen en la provincia como los Blancos de Nieva o los Tintos de Valtiendas.

Eventos
  • Fiesta de San Lorenzo (en torno al 10 de agosto), es la fiesta de uno de los barrios más populares de la ciudad.
  • Ferias y Fiestas de San Juan y San Pedro (entre los días 24 y 29 de junio), son las fiestas más señaladas de la ciudad y se vienen celebrando desde el siglo XV.
  • Festividad de San Frutos (25 de octubre), patrón de Segovia. A media mañana se canta en la catedral el villancico de San Frutos, tras el cual suele haber distintas actividades en la plaza Mayor, como un pregón, un concierto de la Banda de la Unión Musical Segoviana, exposiciones de micología, etc. En los últimos años los pasteleros de Segovia han inventado un postre del santo. En la noche anterior a San Frutos se congregan los segovianos ante la imagen del santo que hay a la puerta de la catedral para verle pasar la hoja del libro que sostiene.
  • Fiesta de la Virgen de la Fuencisla (25 de septiembre), patrona de Segovia. El día de la mayor celebración es el último domingo del mes. Dos jueves antes la Virgen sube desde su santuario en la alameda de la Fuencisla a la catedral para empezar la novena. Durante los nueve días siguientes se celebra la novena en la catedral, en la que se canta el himno de la Fuencisla, y el último domingo del mes la Virgen vuelve a su santuario. Puesto que la Virgen es capitán general de Artillería (lo cual viene indicado por el bastón de mando y el fajín que tiene a sus pies) desde el 24 de septiembre de 1916, en sus viajes entre el santuario y la catedral va acompañada por los cadetes de la Academia de Artillería y por la banda de música. El día que vuelve al santuario va acompañada por los cadetes hasta la plaza del Azoguejo, donde se canta una salve. Hasta hace unos años había exhibiciones de jotas castellanas en la alameda de la Fuencisla a la llegada de la Virgen; últimamente las jotas se bailan en el propio Azoguejo.